El rollo de canela o cinnamon roll (también llamado pan de canela o espiral de canela) es un pan dulce creado en la década de 1920 en Suecia y Dinamarca. Si bien el rollo de canela era conocido desde la segunda mitad del siglo XIX, sólo era horneado en hogares con suficientes recursos económicos, por el costo de sus ingredientes.
Los comerciantes de especias romanos introdujeron la especia de canela de Sri Lanka en Europa. Mucho más tarde, Suecia comenzó a usarlo en sus pasteles, desarrollando el kanelbulle (panecillo de canela). La masa de kanelbulle sueca normalmente también contiene cardamomo (polvo o cogollos), lo que le da un sabor distintivo.
En la actualidad, es una especialidad repostera típica de los Estados Unidos y del norte de Europa. Es un panecillo muy popular para acompañar el café.
Consiste en un rollo de masa abriochada con canela y mezcla de azúcar (y pasas en algunos casos), rociado sobre una delgada capa de mantequilla. La masa es enrollada, cortada en porciones individuales y horneada. A los rollos de canela se les glasea con azúcar o con una crema de queso.
Los suecos usan azúcar impalpable o glas para cubrir sus pasteles de canela; pero los rollos de canela estadounidenses se cubren con frecuencia con glaseado (generalmente a base de azúcar de repostería) y, a veces, se fríen, se terminan con glaseado y se sirven como una variación de una rosquilla levantada .
En Suecia y Finlandia, los rollos de canela se disfrutan tradicionalmente durante una pausa para el café, o fika , que es una reunión con amigos.
En América del Norte , se come comúnmente para el desayuno o el postre y se puede servir con glaseado de queso crema.
Los rollos de canela se pueden hacer en la forma clásica de arrollados o, como en este caso como nudos; pero la receta es la misma.
Cómo hacer rollos de canela paso a paso
rollos de canela
Utensilios
- molde para muffins o cupcakes
Ingredientes
- 100 g leche entera
- 1 huevo
- 330 g harina mitad de harina 000 o común y mitad de harina 0000 de reposteria
- 5 g levadura seca o 15 g levadura fresca
- 25 g azúcar blanca
- 1 cdta sal
- 10 g manteca o mantequilla
Para el relleno
- 40 g manteca o mantequilla
- 100 g azúcar morena
- 1 cdta canela
Para pintar
- 1 yema de huevo
- 1 cda leche entera
Para el glaseado de azúcar
- 50 g azúcar blanca
- 50 g agua
Elaboración paso a paso
- Comenzar haciendo la masa. Colocar la leche y los huevos en el bol de una batidora y luego agregar la harina. Agregar la levadura en un lado del bol, luego la sal, el azúcar y la manteca o mantequilla al otro lado.
- Mezclar a velocidad lenta durante 4 minutos, luego aumentar la velocidad a media y mezclar durante 10-12 minutos más hasta que la masa salga limpiamente de las paredes del bol.
- Dar varias vueltas a la masa sobre la mesada.
- Formar un bollo con la masa y ponerla en un bol enharinado limpio.
- Tapar y dejar reposar durante unos 45 minutos o hasta que duplique su tamaño.
- Enharinar ligeramente la superficie de trabajo y estirar, con palote, la masa en un rectángulo del tamaño aproximado de 25 X 30 cm.
- Para el relleno, batir la mantequilla y el azúcar hasta que estén pálidos y agregar la canela.
- Extender el relleno sobre la parte superior de la masa.
- Con el lado largo hacia usted, doblarlo por la mitad, de un lado y del otro, a lo largo para encerrar el relleno.
- Cortarlo a lo ancho en 10 tiras de aproximadamente 3 cm de ancho cada una.
- Luego, usar un cuchillo afilado para cortar dos veces la longitud de cada tira para hacer tres hebras. Trenzar las tres hebras juntas y repetir para hacer 10 trenzas individuales.
- Tomar cada trenza y enrollarla a lo largo de su longitud para crear un nudo.
- Enmantecar un molde para muffins y acomodar los nudos en la bandeja. Tapar y dejar reposar durante 1 hora.
- Precalentar el horno a 180°C/350°F. Pintar los nudos con el glaseado de huevo y ponerlos en el horno para hornear entre 15 y 20 minutos hasta que estén dorados.
- Mientras tanto, hacer el glaseado de azúcar. Poner el azúcar y el agua en una cacerola y llevar a ebullición, bajar a fuego lento hasta que tenga un almíbar ligero.
- Pintar los nudos horneados con el almíbar aún caliente y dejarlo enfriar antes de devorar. O bien espolvorear con azúcar impalpable o glas.