El membrillo es una de las frutas más antiguas que se conocen, y los griegos la consideraban la fruta sagrada de Afrodita, diosa de la belleza, la sensualidad y el amor (Venus para los romanos). Las novias griegas mordían un membrillo para perfumar sus besos antes de besar al esposo.
La palabra mermelada viene del portugués marmelo, que es el nombre que le dan a esta fruta.
Para hacer el dulce de membrillo conviene elegir los membrillos más duros ya que su contenido de pectina es mayor, y al cocinarlos espesarán más fácilmente. Al pelarlos y sacarles las semillas y el centro duro, los descartes podrán usarse para hacer jalea de Membrillo.
La Receta del Dulce de Membrillo, muy extendida en latinoamérica, principalmente en Argentina, Uruguay, Chile, México y Perú. Asimismo, en Italia se cultiva el membrillo y se prepara la cotognata en Sicilia, Lombardía, Trentino, Abruzzo y Apulia.
Es un legado de la dominación española: esta deliciosa preparación fue de hecho importada a Sicilia durante el reino aragonés y todavía está muy presente hoy también como en América Latina e Israel.
Su realización no es demasiado laboriosa pero requiere un poco de paciencia: para consumirla tendremos que esperar alrededor de una semana desde el día en que empezamos a prepararla.
Se puede degustar solo, como integrante del queso y dulce o Martín Fierro o como relleno de la Pastafrola de Membrillo, clásica como el mate.
Como hacer el dulce de membrillo paso a paso
Dulce de Membrillo
Ingredientes
- Membrillos
- Azúcar blanca
Elaboración paso a paso
- Limpiar bien los membrillos frotándolos con un paño húmedo y cuidando de quitar todo el pelo que haya en su piel.
- Una vez finalizada esta operación, hervirlos en abundante agua hasta que se hayan ablandado (hacer la prueba del tenedor como se hace para las papas).
- Sacar del agua, enfriarlos, pelarlos, pasarlos por un molinillo de verduras y pesar la pulpa, reservando el agua de cocción.
- En una olla bastante grande (lo ideal sería una de barro), poner 750 g de azúcar por cada kg de pulpa de membrillo y cubrir con parte del agua de cocción. Cocinar a fuego lento hasta que el azúcar comience a pegarse a los lados de la sartén.
- En este punto, agregar el puré de membrillo, retirar todo del fuego y remover vigorosamente hasta que los dos ingredientes estén perfectamente mezclados.
- Volver a poner todo a fuego moderado y llevar a ebullición, sin dejar de remover. Tan pronto como hierva, mantener la mermelada en el fuego 1 hora o hasta que al levantar el dulce con una cuchara, éste no caiga.
- Verter el membrillo en moldes húmedos, golpeándolos en la mesa para nivelar las conservas en su interior.
- Una vez finalizada esta operación, colocar los panes expuestos al aire, pero no al sol, cubiertos con un lienzo.
- Pasados unos días (2-3 como máximo si no hay humedad en el aire) sacar el membrillo de los moldes y ponerlo de nuevo al aire para que se seque incluso por el lado todavía húmedo.
- Después de otros 3-4 días, guardarlo en un lugar fresco y seco o en el refrigerador.
