̶ La fantasía es como la mermelada, debe untarse sobre una sólida tajada de pan ̶
Italo Calvino, escritor italiano fantástico.
Si hay una estampa característica de la ciudad de Sevilla es la de sus naranjos en flor cuando llega la primavera, que bañan cada uno de sus rincones con el perfume inconfundible del azahar.
El gran éxito de las naranjas amargas de Sevilla y su exportación hacia Inglaterra para hacer la mermelada real se debe a que en sus campañas navales, los ingleses descubren que en los barcos, llevando cítricos fermentados con azúcar, para asegurar su conservación, evitaban el escorbuto.
La mermelada de naranjas amargas dulce también se llama mermelada inglesa, aunque son los escoceses quienes reclaman su paternidad. Cuenta la historia que, empujado por una tormenta, un lote de naranjas llegó, pudriéndose, a Dundee, en Escocia. El mercader James Keiller compró el lote con un gran descuento y su esposa Janet lo rescató haciendo mermelada y vendiéndola luego en el almacén local.
Aunque la original se hace con naranjas amargas, conocidas como naranjas de Sevilla también se puede hacer con naranjas dulces.
Clásica en los desayunos de Escocia también es un ingrediente especial en las crêpes suzettes francesas, favoritas del Príncipe de Gales quien, supuestamente las bautizó con el nombre de un niña llamada Suzette. En el litoral de Argentina es el componente del queso y dulce.
Como hacer mermelada de naranjas paso a paso
Mermelada de naranjas amargas
Ingredientes
- Naranjas Amargas o de Sevilla
- 1 Limón
- c/n Agua
- c/n Azúcar blanca
Elaboración paso a paso
- Una vez recolectadas las naranjas amargas de los árboles, lavar bien con agua potable, luego pinchar las cáscaras, una por una con un cuchillito afilado y colocarlas en una olla con agua potable por 2 días, cambiando el agua 2 veces por día, de mañana y de noche, para eliminar el amargor de las cáscaras.
- Pesar las naranjas y el limón y volcar en un bol igual peso de agua.
- Pelar las naranjas y el limón finamente, cortar las cáscaras en tiras finas y sumergirlas en el bol con agua.
- Eliminar la piel blanca de las frutas, cortarlas en trozos, envolver todas las semillas y los hollejos en una gasa y cerrar apretadamente con un hilo, dejando un extremo largo para atarlo a la manija de la olla para facilitar su posterior remoción. Poner todo en el bol con las cáscaras y dejar macerar 24 horas. Guardar algún plato pequeño en el freezer para controlar la mermelada más tarde.
- Colocar las naranjas, las cáscaras, la bolsita con semillas y el agua de maceración en una olla, llevar al fuego y cocer, parcialmente tapado, a fuego bajo, revolviendo ocasionalmente, cerca de 2 horas hasta que apretando entre los dedos la cáscara se sienta suave.
- Probar las cáscaras con dos dedos para asegurarse que esté tan suave como se quiera en esta etapa ya que no seguirá cociéndose una vez que se haya agregado el azúcar.
- Cuando el paquete de gasa esté suficientemente frío como para poder manipularlo comenzar a exprimirlo. la Pectina comenzará a salir de de la gasa. Rasparla y volcarla en la olla junto con la fruta. Extraer todo lo que se pueda ya que a mayor cantidad mejor será el resultado. La Pectina será blanca y tenderá a flotar; pero se disolverá al calentar y agregar el azúcar.
- Pesar el contenido de la olla y agregar igual peso en azúcar. Subir el fuego y cocinar destapado, ½ hora a fuego vivo, revolviendo constantemente hasta que se disuelva el azúcar y luego ocasionalmente para asegurarse que no se pegue en el fondo. Espumar frecuentemente para eliminar las impurezas.
- Cuando se note que la preparación esté espesa, retirar la olla del fuego y verter un poquito de mermelada en un plato frío. Dejarla enfriar y trazar una línea con un cuchillo o con el dedo. Si los bordes tienden a unirse, necesita más cocción. Si se mantienen separados, está lista.
- Cuando esté tibio volcar el compuesto en frascos esterilizados, dejar enfriar y cerrar los frascos herméticamente.
